Japoneses están interesados en utilizar el proceso de la»Liofilización funeraria»


Polvo al polvo. En Japón cada vez más personas están interesadas en utilizar un método industrial para cuando llegue el final de sus días sobre este mundo, se trata del proceso de «Liofilización funeraria», en el que se utiliza nitrógeno líquido para reducir el cuerpo a polvo y luego los restos son devueltos a la tierra.

Yuji Nakamura, un abogado que fue a Suecia a entrevistar a la empresa que tiene una patente sobre este proceso, dio detalles al respecto en una reunión del Consejo nipón para la promoción de una ley funeraria básica en Japón.

El proceso consiste en que el cuerpo, después de estar sumergido en nitrógeno líquido a una temperatura de menos 196 grados centígrados durante una hora, se divide en pequeños trozos, se ponen en un recipiente vacío, donde los restos se secan lentamente. A continuación se retiran los metales ó protesis y se colocan en un recipiente que será depositado unos 50 centímetros bajo tierra. Luego de seis meses ó un año, los restos se han convertido completamente en polvo y se integran a la tierra.

La atracción de este proceso para los nipones es la parte donde el cuerpo se «seca lentamente», ya que es una muestra que se ha tenido cuidado de los restos. En Corea del Sur ya se está preparando la introducción de este proceso.

Para los japoneses, los huesos son muy importantes y es difícil evitar resistencia a la hora de pensar que se convertirán en polvo al final.

El autor del método de liofilización funeraria, dice que los genes de una persona son un regalo para sus hijos y nietos. La idea de formar parte del ecosostema coincide con la visión de los japoneses sobre la naturaleza. De hecho, Japón, que tiene pocas restricciones religiosas, puede ser el lugar ideal para este proceso de recibir la aceptación generalizada del público. También en términos ambientales, el excesivo crecimiento de las tumbas grandes en los cementerios es un problema.

«Hay varios debates sobre el tema, pero creo que esta debe ser una opción para los funerales que no se limitan a la cremación», dijo Nakamura.

La «liofilización», como proceso industrial para la conservación de las propiedades de los alimentos, se desarrolló en los años 50, pero sus principios eran ya conocidos y empleados hace siglos por lo Incas, cuyo procedimiento ancestral consistía en dejar por la noche que los alimentos se congelasen por la acción del frío de los Andes y gracias a los primeros rayos de sol de la mañana y la baja presión atmosférica de las elevadas tierras andinas se producía la sublimación del agua que se había congelado.

Fuente: Mainichi Shinbum/Wikipedia