«Daruma», el amuleto de año nuevo preferido para la buena suerte


La gente en Japón en el comienzo del nuevo año va en la búsqueda de la buena suerte y se traslada al pueblo de Takasaki en la prefectura de Gunma para obtener el amuleto más famoso para la buena fortuna: El «Daruma».

El 6 y 7 de enero de cada año, más de 400,000 solicitantes de buena suerte llegan a Takasaki para comprar los muñecos de color rojo que se venden en el templo local.

El Daruma se vende con los ojos sin pintar para que los compradores completen el ritual de pintarle el primer ojo cuando se pide un deseo y el otro cuando se le ha cumplido.

La tradición también dicta que al inicio del año nuevo, el Daruma del año anterior debe ser quemado para completar el ritual.

Se dice que los muñecos de papel maché se hicieron por primera vez en el templo Shorinzan Darumaji a mediados del siglo XVIII y representan a un monje Zen del siglo V llamado Bodhidharma.

Actualmente en el poblado de Takasaki, la fabricación de los Daruma ha generado toda una industria local con más de 50 empresas, de acuerdo con la oficina de turismo, produciendo más de 900,000 muñecas al año, el 80 por ciento de todo el producto que se fabrica en Japón.

Muchos de los antiguos talleres, como el de Fukuya, situado justo al lado del río junto al templo, localizado en la cumbre de una elevación, ha sido el negocio familiar desde hace más de cinco generaciones.

El negocio no se limita en el atestado templo, donde los fabricantes regatean con los visitantes para vender sus mercancías, sino que también se ubican en las carreteras y autopistas de la región para ofrecerlas a los automovilistas.

Los lugareños afirman que gracias a sus muñecas y a la costumbre de pintarles los ojos por cada deseo solicitado y cumplido, les ha ayudado a mantener su negocio a flote, elevando la moral de su personal.

«Pero aquí no creemos que se deba pintar un ojo a la vez y luego seguir molestando al Bodhidharma con sus peticiones», dice un lugareño, «Usted no va a conseguir nada de esa manera, yendo hacia el futuro medio ciego. El truco es pintar los dos ojos de una vez y mantenerlos bien abiertos».

Fuente: JS/YEA