Akira Kurosawa es recordado al cumplirse 102 años de su nacimiento


El cineasta japonés Akira Kurosawa, reconocido por su legado fílmico que incluye obras como La leyenda del gran judo, con la que debutó durante la Segunda Guerra Mundial, es recordado en todo el mundo este viernes, a 102 años de su natalicio.

Akira Kurosawa nació el 23 de marzo de 1910 en el distrito de Omori, en Tokio, Japón. Fue el menor de los siete hijos de un oficial descendiente de samuráis y de una mujer perteneciente a una familia de comerciantes.

Conocido como El Emperador del Cine, Akira fue uno de los directores japoneses más destacados e influyentes en Occidente, con películas que han sido alabadas, premiadas, pero también cuestionadas y polémicas.

A lo largo de su carrera, críticos y productores llegaron unas veces a exaltar su labor, pero otras lo despreciaron. Incluso, estuvo cerca del suicidio por culpa de las reiteradas trabas y problemas de producción de sus películas.

El público, tanto de su país como de otras partes del mundo, también osciló entre la adoración y el desdén, pues algunos no comprendieron las intenciones de sus siempre complejas producciones.

En su momento, sus filmes fueron señalados como demasiado occidentales, violentos, machistas, autocomplacientes, reaccionarios y cursis.

Estudió Bellas Artes, pero el temor de no ser un buen pintor y su interés por el cine lo llevaron en 1936 a trabajar en los estudios cinematográficos Toho, en Tokyo, primero como ayudante del director Kairo Yamamoto y luego como guionista de distintos realizadores.

Debutó como cineasta durante la Segunda Guerra Mundial con «La leyenda del gran judo» (1943) y «La nueva leyenda del gran judo» (1945), que fueron dos historias llenas de espíritu nacionalista.

En la segunda mitad de la década de los 40 realizó siete películas, entre las que destacan «No añoro mi juventud» (Waga seishum ni kuinashi, 1946) y «Un domingo maravilloso» (Subarashiki nichiyobi, 1947), que fueron sólidos dramas; sin embargo, sobresalió «El ángel borracho» (Yoidore tenshi, 1948).

La trama de esta producción enfrenta a un médico alcohólico y a un gángster tuberculoso, y fue la primera de su larga serie de colaboraciones con el famoso actor Toshiro Mifune (ya fallecido).

Además, rodó «El perro rabioso» (Nora inu, 1949), que es un «thriller» policiaco en el que ofreció una visión neorrealista del Tokyo de la postguerra.

A nivel internacional se dio a conocer con «Rashomon» (1950), que trata sobre distintos puntos de vista acerca de una violación ocurrida en el siglo XI, y por la que resultó ganador del León de Oro en la Muestra de Venecia, y del Oscar en la categoría de Mejor Producción Extranjera en 1951.

El éxito obtenido con «Rashomon» le permitió rodar con total libertad «El idiota» (Hakuchi, 1951), adaptación del clásico de Fedor Dostoievski; «Vivir» (Ikiru, 1952), sobre la vida de un funcionario con cáncer, y «Los siete samuráis» (Shishinin no Samura, 1954), historia de época con la que ganó de nuevo el León de Oro en la Muestra de Venecia.

También filmó «Los bajos fondos» (Donzoko, 1954), «El trono de sangre» (Kumonosu-jo, 1957), «La fortaleza escondida» (Kakushi toride no san Akunin, 1958), «El mercenario» (Yojimbo, 1961) y «El infierno del odio» (Tengoku to jigoku, 1963).

Tras el fracaso comercial de «Barba roja» (Aka Hige, 1965), producción histórica sobre la vida de un médico, tardó cinco años en filmar «El camino de la vida» (Dodes ka-den, 1970), su primer trabajo en color, que consiste en una dura parábola sobre la otra cara del desarrollo económico.

No obstante que se trató de una gran película, el fracaso comercial propició que el famoso realizador no encontrara productores para sus siguientes proyectos, hecho que lo sumergió en una profunda depresión y lo llevó a quererse suicidar.

Cinco años después, gracias al apoyo de la entonces Unión Soviética, consiguió financiamiento para rodar «Dersu Uzala», y llevar así a la pantalla las memorias del explorador Vladimir Arseniev.

«Dersu Uzala» fue un éxito inesperado, una película reconocida entre sus mejores trabajos y con la cual ganó el gran premio del Festival de Moscú y el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1975.

En 1980 ganó un Oscar por su trayectoria y filmó «Kagemusha» con la ayuda de George Lucas y Francis Ford Coppola, recibiendo por este trabajo la Palma de Oro del Festival de Cannes.

En 1984 realizó «Ran», una versión cinematográfica de «El rey Lear», también de William Shakespeare, y en 1990 comenzó el rodaje de «Los sueños de Akira Kurosawa», con la producción de George Lucas y Steven Spielberg.

Sus dos últimos trabajos fueron «Rapsodia en agosto» (1991) y «Madayayo» (1993), que no fueron exhibidas.

La filmografía de Kurosawa fue muy vasta y en ella también figuran «La más bella», «La nueva leyenda del gran judo», «Los hombres que caminan sobre la cola del tigre» y «Los que construyen el porvenir».

Así como «Vivir», «Los siete samuráis», «Crónica de un ser vivo», «El trono de sangre», «Los bajos fondos» y «La fortaleza escondida».

Kurosawa murió el 6 de septiembre de 1998 en Setagaya, Tokyo. Sus colaboradores le llamaban «sensei» (maestro), pero en sus últimos años llegó a ser llamado «tenno» (emperador).

El día de su funeral, decenas de admiradores se agolparon bajo la lluvia de Tokyo para rendirle tributo. Un titular del prestigiado periódico «Le Monde» de aquel día rezaba: «Un homenaje tardío de un país que no supo reconocerlo».

En 2007 fue recordado en Colima, México, con la proyección del filme «Los sueños de Akira Kurosawa», película que fue presentada en la Casa de la Cultura de dicha entidad. En ese mismo recinto se proyectó «Dreams», basada en los sueños del director Akira Kurosawa, y que fue producida por dos grandes de la industria hollywoodense: Steven Spielberg y George Lucas.

El 11 de abril de ese año fue lanzado a la venta en formato DVD el filme «Kagemusha: La sombra del guerrero», dentro de la colección Cinema Reserve de Twentieth Century Fox.

Esta película es un drama épico que relata los conflictos feudales de Japón en el siglo XVI, que se alzó con la Palma de Oro en Cannes en 1980 y que constituye uno de los hitos de la carrera de Akira.

En esta edición se incluyó un comentario en audio del propio director, así como entrevistas con Lucas, Coppola y Kurosawa, tres trailers y una galería de fotos.

En 2009 se comenzó el rodaje para terminar el documental «Gendai no No», el cual fue interrumpido en 1983 por el propio director, quien retomó la filmación de «Ran», la cual fue suspendida por problemas financieros.

La filmación de una hora del nuevo material forma parte de las iniciativas de AK100 Project, comisión que preparó los homenajes para el centenario del artista. El rodaje continúa con las indicaciones del guión original y del plan de producción.

Asimismo, los archivistas descubrieron unos 12 minutos de imágenes que Kurosawa rodó antes de abandonar en 1970 la co-producción estadunidense-japonesa «Tora!, Tora!, Tora!» por un conflicto que tuvo con la Twentieth Century Fox.

En 2010, se conmemoró en todo el mundo el centenario del nacimiento de Akira Kurosawa, con proyecciones de trabajos del cineasta, nuevos libros y estampillas, con el fin de acercar la obra del director de más de 30 películas al público.

Además, la fundación AK100, dirigida por Hisao Kurosawa, hijo del fallecido realizador, lanzó la página oficial del centenario, en la que los fans pudieron ver 20 mil documentos, entre guiones, notas de producción, fotografías personales y de rodaje, «storyboards» y bocetos firmados por el propio cineasta.

Fuente: SDPN