Predicen que las familias desaparecerán de Japón en el año 2030


En el Japón de un futuro no muy lejano, la composición de las familias dejará de ser como todavía se puede ver en la actualidad, donde el padre, un Salaryman en sus 40 años de edad llega del trabajo a casa donde su hijo, un estudiante de secundaria, y su hija que cursa la educación media superior, responden «okaeri nasai» (bienvenido a casa) al unísono cuando él dice «Tadaima» (estoy en casa), y en donde se escucha la voz de su esposa desde la cocina, donde está preparando la cena.

El divorcio afecta ahora a un matrimonio de cada tres en Japón, y el marido podría muy bien terminar sus días como trabajador temporal, viviendo en un apartamento de una habitación y subsistiendo con una comida caliente de «gyudon» (carne guisada con arroz) cada día .

De acuerdo a los informes de Shukan Gendai, que se publicarán el 15 de diciembre, este año el número de personal de las grandes empresas que han solicitado la jubilación anticipada han registrado el doble en comparación con el año 2011. 

El profesor Masahiro Yamada, de la Universidad de Chuo, dice que eso y otros hechos no son un buen augurio para la continuidad de lo que se conoce como la «familia normal» (esposo, esposa e hijos) japonesa. 

En particular, para la generación nacida alrededor de 1970 en adelante, el número de trabajadores que ya no pueden mantener el estándar del hogar, se prevé que siga creciendo.

«Los hombres que se quedan solos en la mediana edad y que viven de igual manera han ido en aumento», afirma Katsuhiko Fujimori de Mizuho Research Institute Inc., «En cuanto a las tendencias de los hombres solteros de entre 50 y 60 años, del año 1985 al 2005, el número aumentó entre cuatro y cinco veces. Si esto sigue así, en el año 2030 un varón de cada cuatro de entre 50 y 60 años vivirán solos».

Los factores que influyen en el crecimiento de este fenómeno, incluyen a los hombres que no pueden casarse debido a sus ingresos inestables y / o empleo irregular, hombres que viven de sus padres (los llamados «solteros parásitos») que son incapaces de lograr su independencia financiera, y las familias que han caído en desgracia debido a la pérdida de la principal fuente de ingresos en un empleo remunerado.

Esta tendencia hacia los hogares individuales ya está empezando a manifestarse en diversos aspectos de la sociedad nipona. Akio Doteuchi, investigador principal del Instituto de Investigación NLI, señala que dos años antes, las clases de cocina que se emitían en el canal educativo de la NHK comenzaron a reducir las porciones en sus recetas de cuatro a dos personas.

«En Tokyo, el número promedio de personas por hogar ha caído a 1.99 integrantes», señala Doteuchi.

En otras palabras, la típica «familia modelo» de Japón compuesta por el marido que trabaja, la mujer ama de casa a tiempo completo y los hijos de uno a dos, ya ha comenzado a desaparecer.

¿Qué tipo de implicaciones tiene esto para el futuro de Japón?. Uno de los cambios importantes será un número cada vez mayor de personas de edad avanzada. Y Doteuchi también espera que la tasa de suicidios se incremente.

«De los 33,000 casos de suicidios por año, los mayores de 60 años o más representan alrededor de 12,000, es decir, un tercio del total«, y añade que los problemas del envejecimiento y la salud se consideran como las causas más comunes de suicidio. 

«Sobre todo a causa de un creciente número de divorcios entre las parejas en los últimos años, hay una tendencia hacia una mayor disolución social».

La estructura familiar se desmorona y tendrá profundas consecuencias para muchos sectores economicos de la nación.

«La gente no necesitará tener coche propio y habrá menos compradores de vivienda», dice un consultor de negocios a Shukan Gendai. «Los cambios también afectarán a las industrias de los servicios. Lo mismo sucede con los gastos para la educación de los niños, en donde muchas escuelas que ofrecen cursos intensivos tenderán a desaparecer».

Como la risa de las familias desaparecerá de las ciudades y los pueblos, el futuro será un lugar con sonidos de dolor y miseria. Eso al menos es lo que predice Shukan Gendai, donde además agrega que ese será el tipo de país en el que se convertirá Japón en menos de dos décadas.

Fuente: Shukan Gendai/YEA