Inicia festival alternativo de ánime en Tokyo


Este festival se ha convertido en el principal escaparate del dibujo animado japonés de aquí a 2012 tras la cancelación del gran evento anual del sector en Japón, la Feria Internacional del Anime, a causa del terremoto del pasado 11 de marzo.

Sin embargo, la pequeña escala del evento, sobre todo al compararlo con su hermano mayor, difícilmente podrá levantar los ánimos de una industria que, pese a seguir siendo multimillonaria, cada vez supone más costos y arriesga menos en sus contenidos.

Celebrado desde hace años en el barrio tokiota de Akihabara, la meca del manga, el anime y el videojuego, el festival sirve como plataforma para que formatos televisivos y películas puedan ser adquiridos por distribuidores o televisoras de todo el mundo, además de organizar simposios sobre temas que afectan al negocio.

Una veintena de productoras presentaron este año series como «Bloody Bunny» o «Appleseed XIII», basada en el conocido manga de Masamune Shirow, o filmes ya estrenados en Japón como «Musashi, the dream of the last samurai».

Dentro del evento también se mostraron servicios para facilitar la distribución de contenidos en tablets y «smartphones» y novedades en software para dibujar y colorear.

La sección más llamativa pese a todo fue «Creator’s World», una iniciativa del festival para promocionar y ofrecer oportunidades de negocio a nuevos creadores.

Aquí se dieron cita estudios como Picograph, que presentó un proyecto titulado «A great war of spirits, Totemia», consistente en una serie de animación acompañada de una línea de figuras articuladas de sus protagonistas, los cuales se transforman en diversos animales.

También estuvo presente Happyproject, un estudio de diseño que en los ratos libres crea graciosas historias como «Fruity samurai», protagonizadas por guerreros con forma de pera o calabaza, para publicarlas en internet.

A la salida del recinto del festival, los escaparates de Akihabara, copados casi en exclusiva por personajes femeninos de aspecto adorable y voluptuosidad exagerada, parecen certificar que la industria del anime japonés tiene muy claro cuál es apuesta en los tiempos que corren.

Fuente: EFE/SDPN