Equipo japonés gana premio «Ig-Nobel» por alarma «Wasabi»


Un grupo de investigadores japoneses ganaron el premio «Ig-Nobel» de Química el jueves pasado por el desarrollo de un detector de humo que rocía aroma de wasabi (Condimento verdoso de sabor fuerte que se le agrega al sushi) para indicar el peligro.

«Nosotros inventamos la alarma de incendio a base de wasabi para despertar a la gente con discapacidad auditiva en casos de emergencia», dijo Makoto Imai, profesor asistente en la Universidad de Shiga de Ciencias Médicas y añadió que el dispositivo es para » salvar vidas».

El evento anual, que es una parodia del premio Nobel, es organizado por la revista Annals of Improbable Research la cual otorga premios  en 10 categorías diferentes. Este fue el quinto año consecutivo que un premio Ig Nobel es entregado a japoneses.

Imai y sus seis compañeros fueron galardonados por descubrir la «densidad ideal del aroma de wasabi», para despertar a los durmientes en una crisis, según la revista.

Aceptamos el premio, dijo  Imai a la multitud entusiasta de 1,200 personas, agradeciendo a los sujetos de investigación que «se ahogaron con el olor penetrante» mientras dormían en las salas de prueba.

El equipo de siete miembros, comenzó el proyecto en 2000 para beneficiar a las personas que no podían escuchar los tradicionales sistemas de alarma contra incendios, que se basan en sonidos fuertes,y en su lugar utilizar el sentido del olfato.

Sus experimentos se centraron en la fuente del olor fuerte del wasabi, aceite de mostaza y la cantidad que puede despertar a una persona sin afectar su salud.

Seems Inc. en Tokio y Kobe Air, utilizan la investigación de una alarma que alerta al usuario de peligro mediante la emisión de un olor fuerte hasta donde «una persona es incapaz de tolerar» el aroma, de acuerdo con la patente registrada en los EE.UU. presentada en febrero de 2009.

Disponible desde abril de 2009, la alarma se vende por  $ 600 USD, si bien el modelo más económico puede estar en el mercado en uno o dos años, según el equipo.

Entre otros ganadores está un grupo de investigadores de los Estados Unidos, Australia y Europa, que recibieron el premio de medicina, en el que revelan que la urgencia de orinar hace que las personas funcionan bien en ciertas cosas, pero peor en otros asuntos.

El premio de literatura fue otorgado a Juan Perry de la Universidad de Stanford, por su teoría de lo que se llama «La dilación estructurada», que explica la forma de lograr algo o hacer las cosas sin dejar de ser una persona perezosa.

Fuente: Mainichi Shinbum